Por Rodolfo Jacobi (Especial, desde Jerusalem) Con excepción de algunos líderes políticos e historiadores del mundo occidental que ocasionalmente hacen referencia a la desgracia que les tocó vivir a los armenios durante la Primera Guerra Mundial (1915-1916) en Turquía, es poca la gente que recuerda los acontecimientos que costaron la vida a más de un millón y medio de armenios cristianos masacrados por la soldadesca del entonces régimen otomano.
Son escasos los que se preocupararon y se preocupan por el Holocausto que le tocó al pueblo armenio. El escritor austríaco-judío Franz Werfel (1890-1945) con su libro “Los cuarenta días del Musa Dagh” puso un monumento a la memoria de las víctimas del homicidio. Werfel, quien se sintió atraído por el catolicismo y pensaba convertirse, se abstuvo cuando el nazismo llegó al poder en Alemania, pues consideraba poco ético su “fuga” del judaísmo en un momento de auge del antisemitismo en Alemania. De Hitler se dijo que antes de tomar las más extremas medidas de eliminación física de los judíos europeos habría manifestado: “Vean lo que los turcos hicieron con los armenios en la Primera Guerra Mundial. Ningún país procedió con efectividad para impedir las acciones del imperio turco y ayudar a lo armenios. A los judíos tampoco nadie los va a ayudar”. El pronóstico del líder nazi se acercó bastante a la verdad. Por las matanzas en la Shoá los armenios en Europa y en los Estados Unidos se sienten bastante identificados ya que ellos también fueron perseguidos y asesinados. Pero, por otra parte, la pequeña comunidad armenia de la ciudad vieja de Jerusalem, cada tanto es víctima de agresiones por parte de jóvenes haredim (ultraortodoxos) judíos. Estos ocasionalmente escupen a sacerdotes armenios. Lamentablemente estos ataques se produjeron con intervalos desde los años ochenta del siglo pasado. Hace poco tiempo tanto el intendente ortodoxo de Jerusalem, Uri Lupolanski, como el Gran Rabino Yona Metzger condenaron estos ataques y pidieron disculpas a las autoridades armenias. En varias oportunidades los adolescentes fueron detenidos aunque no sabemos que castigo recibieron. En nuestra opinión, multar a los padres severamente sería lo más efectivo. En general, a los haredim no les sobra el dinero, y castigos “en efectivo” debería tener un resultado positivo.Los armenios se quejan amargamente de que Israel no hayan condenado el genocidio armenio de la Primera Guerra Mundial, cuando los parlamentos de 17 países sentenciaron los hechos; también lo hizo una subcomisión de la UN. Israel se abstuvo para no provocar a Turquía, país con el cual mantiene relaciones normales y bastante cordiales. Los armenios de Jerusalem tratan de no tomar posiciones en el conflicto entre israelíes y palestinos. “Ambos sectores nos respetan, no nos exigen comprometernos. Con ningún grupo de ellos queremos tener problemas”, dicen los armenios de Jerusalem. Estos son residentes que tienen la cédula de identidad israelí, pero sus pasaportes siguen siendo jordanos desde los tiempos anteriores a 1967 , cuando la ciudad vieja estuvo bajo administración jordana. Hacen los viajes con documentos israelíes pero creen que son discriminados en el Aeropuerto Ben Gurión, igual que otros no judíos. Los armenios de la ex República Sovietica de Armenia recibe visas del Estado de Israel por un plazo máximo de tres meses. Esta medida debería ser cambiada, según manifestaciones de los armenios de Jerusalem. En la Palestina del Mandato Británico había 15.000 armenios. En Israel de hoy viven 1700 en el barrio armenio de Jerusalem, unos 250 en Yafo, Haifa y Bethlejem (ribera occidental). Les preocupa a los armenios que un veinte por ciento de sus jóvenes se casen con cristianos de otras corrientes. Muchos de ellos emigran a los Estados Unidos o a Armenia. En la escuela local armenia se enseña la lengua armenia, el ingles y el hebreo. Sólo 50 de los 300 niños armenios acuden a otras escuelas cristianas. La Iglesia armenia es propietaria de muchos edificios de Jerusalem, especialmente de las calles Yafo, Shlomzión Hamalka, Yanne y Koresh. Con los ingresos que producen los alquileres, etc., se cubre gran parte de los gastos de la comunidad de su barrio en la ciudad vieja. La mayoría de los armenios en la ciudad vieja vive en edificios de propiedad de la Iglesia en su barrio donde no pagan alquiler o sólo importes reducidos. La municipalidad de Jerusalem no da permisos de residencia a los armenios de Jerusalem oriental pero los armenios necesitan lugares adicionales para sus jóvenes. La última vez que recibieron la autorización de residencia en Jerualem oriental fue en 1962 por las autoridades jordanas, o sea antes de la Guerra de los Seis Días. Los armenios sostiene tener derecho a recibir permisos de residencia en Jerusalem oriental o sea cerca de su barrio en la ciudad vieja. Desde ya se haría cargo de los gastos de tal proyecto. Un sacerdote armenio dice que en los últimos años mejoró la situación, hay menos violencia entre israelíes palestinos pero todavía falta para una paz definitiva que ellos, los armenios, desean fervientemente. El sacerdote –Tchekemen- vive en Jerusalem hace 80 años pero no lo considera su hogar, que es Armenia; pero ese país es joven y pobre, ¿qué hace él allí? En Armenia viven más de 3 millones; en la Diáspora más de 5 millones; de éstos, 2 millones y medio en Rusia, 400.000 en Georgia, 450.000 en Oriente Medio, 250.000 en Francia y cerca del millón en los Estados Unidos. En 1988 un terremoto destruyó un tercio de Armenia muriendo cien mil habitantes. Los armenios del exterior ayudaron a construir el país. Por lo menos desde el cuarto de siglo de la era común viven armenios en Tierra Santa. Hay varios monasterios armenios en las cercanías de Jerusalem. El barrio armenio en la ciudad vieja existe desde Las Cruzadas. En un momento eran 25 mil los que vivían en Jerusalem, muchos de ellos refugiados de Turquía, después de la Primera Guerra Mundial. Una vez creado el Estado de Israel numerosos armenios emigraron a Estados Unidos y a Europa Occidental. Si bien más reducida, la comunidad armenia cree que existirá siempre en Jerusalem; es guardiana de lugares sagrados del cristianismo junto con la Iglesia ortodoxa griega y el patriarcado latino. La Iglesia armenia tiene un status semidiplomático en Israel, pero cree que sólo una paz entre Israel y los palestinos podrá hacer crecer la comunidad tan antigua en Tierra Santa.- |