LIBROS Por la Dra. Corina Schavartzapel
Nietos y abuelos UN INTENSO VÍNCULO Selección e introducción: Eliahu Toker / Ana E. Weinstein Como es habitual en las compilaciones de Eliahu Toker encontramos en “Nietos y abuelos” una bibliografía abierta sobre el tema. Eliahu Toker y Ana Weinstein nos presentan una gama variada del vínculo que une la generación de los abuelos con la de sus nietos.
En la introducción nos preparan sobre la diversidad que hallaron en el vínculo familiar escogido como tema del texto. En la hermosísima “Balada de los abuelos” de Nicolás Guillen, Eliahu y Ana nos muestran un ejemplo sobre la evocación de la doble ascendencia del gran escritor cubano. Guillen recita: “…/ me escoltan mis dos abuelos. / Lanza con punta de hueso, / tambor de cuero y madera: / mi abuelo negro. / Gorguera en el cuello ancho, /gris armadura guerrera: / mi abuelo blanco […]” Por otro lado encontramos textos referidos a los abuelos ausentes como el de Marcos Silber donde el vacío angustiante se debe al horror del Holocausto. “No murió la abuela /la mataron /llegó la guerra / y le avisaron con una muerte sin permiso /… / ella no imaginó / que alguien necesitara su muerte […]” A medida que avanzamos en la lectura, la selección que realizaron los autores va ensanchando la comprensión de la diversidad del vínculo, hasta toparnos con dos importantes entrevistas: la de la Lic. Mirta Lischetti que refleja una visión antropológica de la relación y la de Rosa Roisinblit que muestra la resignificación del rol de los abuelos en el trascendental quehacer de las Abuelas de Plaza de Mayo. Muchos autores argentinos plasmaron los sentimientos de amor y comprensión a los abuelos inmigrantes. Así podemos encontrar, en la colección que realizaron Eliahu y Ana, el recuerdo de Edgardo Gili cuando escribe “[…] Nunca volviste a Italia / pero a veces te ibas sin remedio […]/Vivo en España, abuelo, / cuando quieras partimos hacia Italia.” Y también descubrir a Eduardo Kozanlián “[…] Yo no pude crecer en su tierra y su molino, porque el viento de la historia sembró el mediterráneo con el genocidio perpetrado por el Estado turco contra el pueblo armenio […]” Eliahu Toker nos lleva además a situarnos en el rol de abuelos, cuando canta su amor en la BIOGRAFÍA DE MI PRIMER NIETO: “Martín mi nieto cachorro, / no tiene tres semanas todavía /pero ya se aficionó a la bebida. /Noche y día exige largos tragos de leche materna /y después […] /le encanta dormir a pierna suelta su borrachera. O cuando recita en EL HIJO PADRE: “[…] El otro asombro conmovido: /descubrir al propio hijo, padre.” También Eliahu entona su rol de nieto cuando declama “[…] Ahora que tengo su edad /deambulo a menudo por su casa en sueños, /bailando lentamente con mi madre /como en aquella vieja foto /baila con ella todavía /ese empecinado soñador, mi abuelo.” Dentro de la diversidad del vínculo los autores nos presentan a los hermanos Grimm a través de un cuento que muestra cómo pequeños niños pueden enseñar a sus progenitores a amar a sus propios padres. La escritora Lena Faigenblat, sobrevivió el Holocausto, y recuerda: “[…] el abuelo Josef. Alto, hermoso, bondadoso. ¡Un rey! ¿Por qué no tendrá una corona? No me traía un juguete sino algo mucho más lindo, un cuento maravilloso […]” Lidia Lerner, escritora y periodista en anécdotas infantiles nos acerca a la bondad de la niñez “La tía abuela Gladys llegó apoyada en su bastón,…Trini (2 años ), … se sentó al lado de la señora, le apoyó la manito en la espalda…-¿Qué querés, Trini? –preguntó la tía abuela. /-Nada. Yo te tengo para que no te caigas.” En el libro “Nietos y abuelos” podemos localizar un fragmento de “Piedras Volando Sobre el Agua” de Marcelo Birmajer que muestra cómo un abuelo desde el asilo produce un milagro. “[…] -Es una piedra con poderes-explicó mi abuelo…-Quise legársela a tu padre, pero él no la quiso[…] Y si vos la usas, triunfás[…]” El nieto utiliza la piedra con poderes para el juego “Piedras Volando Sobre el Agua”, y logra la victoria. Abuelas de Plaza de Mayo continúan su perseverante reclamo de la identidad de centenares de personas que habían quedado en orfandad durante la dictadura del proceso militar argentino, que tuvo lugar en la década del ´70. La editorial de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, publica en 1990 un libro de cuentos y poesías de Mariana Eva Pérez y Yamila Grandi dedicado a aquellas personas que esperan su identificación. Dice Mariana en: ¡Ay Abuelo! “… Todavía siento tus abrazos /en momentos de ternura /robados a la lógica /y al trabajo […] ¡Ay abue! ¡te extraño, / y te quiero!” El 6 de octubre de 1978 las fuerzas armadas secuestraron a los padres de Mariana cuando sólo contaba once meses de edad. Ellos eran Patricia Julia Roisinblit y José Manuel Pérez. La abuela Rosa Rosinblit fue entrevistada por los autores de “Nietos y abuelos”; la lectura de este diálogo sacude y conmueve aun sin ser participe o contemporáneo de los trágicos hechos ocurridos. Rosa afirma que el tema de la abuelidad se estrenó en Abuelas de Plaza de Mayo con el inicio de los análisis inmunogenéticos y se lo llamó el síntoma o el signo de la abuelidad. Determinar la filiación de un hijo con su padre, ambos vivos, se realiza con el entrecruzamiento sanguíneo de uno con el otro. “Pero, Rosa expresa: lo que pasaba con nuestros casos es que los padres de nuestros nietos están desaparecidos, no había con quien entrecruzar […] ya en el año 1979 empezamos a viajar por el mundo, y tuvimos una respuesta[…]Fue en 1984, 1985 que vino un grupo de científicos de Estados Unidos para ayudarnos, para apoyarnos[…]una genetista muy famosa internacionalmente, Mary-Claire King, que vino y nos explicó que sí se podía armar un mapa genético formado por la sangre de los abuelos, de los tíos, de los primos, y entrecruzar con el posible nieto para saber si pertenece o no a esa familia[…]” Las revoluciones científicas, generalmente están asociadas a las necesidades sociales del período en que ocurren. Son las abuelas de Plaza de Mayo que motivaron a los científicos por la necesidad de recuperar a los nietos apropiados durante el proceso militar argentino. También como opina Rosa: “Nosotras hemos abierto caminos, en lo genético, en lo jurídico y también en la sicología “. Este rol de los abuelos es nuevo en la historia de la ciencia. La conversación de los autores de “Nietos y abuelos” con Mirta Lischetti nos muestra cómo el vínculo de nietos y abuelos ha variado por diferentes factores. Mirta Lischetti expresa que ocurren situaciones diametralmente opuestas “las imágenes que se tienen hoy del vínculo entre abuelos y nietos pueden estar circunscriptas a una determinada clase social y a un determinado marco sociocultural”. En otro tramo de la conversación Mirta dice: “[…] se descubre que la organización familiar y el sistema de parentesco que antes se daba como natural, no lo era, con lo que se opera su desnaturalización. ¿Qué queremos decir con esto? Que hay algo que es biológico: un hombre y una mujer tienen hijos, esos hijos tienen hermanos, primos, tíos, abuelos, etc. Eso es universal; lo biológico es universal. Pero el sistema de parentesco, es decir el significado y el contenido que se le da a cada vínculo, no lo es. […]” Las entrevistas realizadas por Toker y Weinstien elevan al texto de Nietos y abuelos en un manual de consulta. Y por qué no las poesías que reflejan el vínculo entre nietos y abuelos y nos recuerdan hechos de alegría y también de tristeza y dolor. “[…] Tomo a mi hermana por las trenzas: /...! El zeide es mío y nada más! /Incluso su barbita, incluso su pañuelo […]” Por la mitad de Shike Driz “De mi zeide aprendí que no le tengo que hacer caso a los rumores. Y de mi bobe aprendí que no le tengo que hacer caso a mi zeide” De los Dispares de Rasia & Rudy |