Por Egon Friedler Si la profesión de periodista se está convirtiendo en una ocupación peligrosa en todo el mundo, esta peligrosidad es particularmente inquietante en el mundo árabe. El periodista Daoud Kuttab, director del Instituto de Medios Modernos de la Universidad Al Quds de Jerusalén y fundador de la primera radio de Internet en el mundo árabe, Amman Net, escribe al respecto en el diario “The Daily Star” de Beirut (15.5.07) bajo el título “Los periodistas árabes están bajo más de una clase de fuego”.
Entre otros conceptos escribe Kuttab : “Ser un periodista independiente en el mundo árabe no es una profesión muy segura. Si alguien trabaja en los lugares que producen la mayor cantidad de noticias (Irak y Palestina) está constantemente amenazado. Si se es un fotógrafo o camarógrafo de TV el nivel de peligro es mucho mayor. Últimamente, el problema radica en que es imposible predecir de dónde procede el peligro. Mientras los ejércitos tradicionales pueden ser peligrosos, los conflictos internos entre grupos locales y milicias se están convirtiendo en el factor más preocupante para la seguridad de los periodistas. Pero incluso cuando la vida no está en peligro directo, la necesidad básica de un periodista, de viajar de un lugar a otro, puede ser obstaculizada por retenes militares o por francotiradores o colonos.” “Para aquellos que trabajan en zonas en las que no hay un conflicto violento existe otro temor: el de perder el trabajo. Con tantos diarios militantes en el mundo árabe, el factor económico se convirtió en uno de los mayores obstáculos para la prensa independiente. El asegurarse el empleo es probablemente la mayor causa de autocensura. Periodistas y editores a menudo se abstienen de publicar la verdad acerca de distintos puntos de vista simplemente porque temen que no conseguirán otro empleo si son despedidos por no seguir la línea de los editores. En algunos casos, la preocupación no radica solo en el temor al despido, sino que a éste pueda sumarse un período de cárcel impuesto por las autoridades.” En esa realidad, es destacable que existan voces disidentes que tengan la valentía de decir verdades desagradables y de formular autocríticas en lugar de repetir una línea oficial autocomplaciente que siempre culpa a los “otros”, principalmente Occidente e Israel, de todos los males de las sociedades árabes. Últimamente tres destacados autores liberales árabes publicaron artículos analíticos singularmente valientes: Ryad Abd de Irak y Rim Al-Salih y Khalil Al Haydar de Kuwait. El primero de ellos publicó en el sitio en Internet “Elaph” el 23 de abril un artículo titulado “ Esta es la diferencia entre los musulmanes y el mundo civilizado” en el que compara la reacción de la familia de Cho Seung-Hui, el asesino de Virginia Tech con la de las familias de terroristas suicidas en Irak. “Lo que me llamó la atención fue la información de que la familia del criminal ofreció sus disculpas y expresó su dolor, su luto y su vergüenza, así como su incomprensión por el atroz crimen de su hijo. Esta familia coreana expresó su pena y su desazón, su profundo remordimiento y un sentimiento de responsabilidad parcial por la conducta de su hijo. Comparemos esta conducta natural, humana y civilizada basada en el respeto al valor de la vida humana con las de las familias árabes que perdieron sus hijos en operaciones suicidas criminales cuyas víctimas son decenas de miles de civiles iraquíes inocentes.” “En lugar de esto vemos que reciben elogios y sentimientos de pesar por la muerte de sus hijos criminales. Las familias de estos asesinos celebran ceremonias de duelo y se jactan del martirologio de sus hijos los “mujahidín” y en estas ocasiones reciben felicitaciones y no condolencias. “Esta extraña conducta y este orgullo enfermizo por actos criminales solo puede ser explicado como un signo notorio de la decadencia moral y el deterioro de la civilización árabe e islámica contemporánea” Más adelante Ryad Abd se pregunta: ¿Qué es lo que hace que los musulmanes, pero no el resto de la humanidad, tiendan a perpetrar estos actos de barbarie? ¿Qué es lo que los lleva a interpretar su religión de tal modo que les permite perpetrar actos abominables y todavía jactarse de ellos? Por su parte, el liberal saudita Rim Al-Saly escribe el 6 de mayo en el diario kuwaití “Al Siyasa” un artículo de opinión titulado “ Existe una diferencia entre nuestros asesinos y el de Virginia” que dice entre otros conceptos: “Algunos de nosotros estuvieron muy satisfechos por el crimen de la universidad de Virginia. Por supuesto, la satisfacción no se debió a la muerte de 30 personas, entre las cuales había tres árabes. La satisfacción y el alborozo se debieron a que el asesino, a diferencia de lo que sucede habitualmente, era coreano y no árabe ni musulmán. Empezamos a escribir artículos, que en estilos diferentes podrían resumirse en una fórmula: “El terrorismo y la violencia no son una especialidad árabe ni musulmana”. “Pero sin mentirnos a nosotros mismos ¿podemos comparar el crimen de un individuo debido a locura, alienación, depresión o deseo de venganza, con la muerte apoyada por organizaciones, fatwas, estaciones de televisión, sitios en Internet, con financiación millonaria y juramentos hechos frente a la sagrada Kaaba? “ “La santificación de la muerte para matar a otros es una especialidad árabe-islámica. El proponer la muerte, el suicidio y el asesinato de inocentes como una vía rápida para llegar al paraíso no es compartida por ningún otro grupo en la creación de Alá. ¿Existen acaso no-árabes que decapiten a periodistas y a trabajadores de causas humanitarias debido por no tener piel oscura o por el color de sus ojos? El tercero de los autores es el columnista kuwaití Khalil Ali Haydar, que escribe en el diario de los Emiratos Árabes Unidos “Al-Ittihad”. En su artículo titulado “El pensamiento extremista y los grupos “tafkiri” ya no son hechos aislados”, distingue 10 características del terrorismo islámico que lo hacen particularmente peligroso : 1) El número de los participantes: es obvio que los grupos extremistas han logrado atraer a miles de jóvenes en el mundo árabe e islámico 2) Los grupos islamistas han logrado hacer un amplio lavado de cerebro a millones señalando como enemigos jurados del Islam a Occidente, al colonialismo y al judaísmo mundial 3) Las organizaciones terroristas operan en un medio cultural que comparte muchas de sus ideas 4) Una amplia capa de árabes y de musulmanes simpatiza con algunos de los slogans difundidos tanto por los grupos islamistas como por las organizaciones terroristas 5) Debido a la congelación del pensamiento político, la continuación de la prédica del Islam al estilo antiguo y la hegemonía de una cultura de la violencia y la intolerancia en nuestra vida política, gran parte de la opinión pública ve con simpatía los actos terroristas en ciudades de Occidente. 6) No se pueden comparar las organizaciones islámicas con las organizaciones revolucionarias en el mundo católico. No hay terroristas suicidas en países latinoamericanos como Chile, Argentina, Brasil, Honduras o México que quieran derribar sus regímenes pese a la pobreza, los problemas de desempleo, opresión y explotación de la miseria en los países de esa región 7) Las organizaciones terroristas y extremistas en varios países viven con tremendas limitaciones financieras mientras en el mundo árabe e islámico hay una enorme cantidad de dinero al servicio de la actividad terrorista 8) El terrorismo de los grupos islamistas extremistas también difiere de otros grupos terroristas en que recibe apoyo permanente o temporal de algunas instituciones religiosas firmemente establecidas en sus países. 9) El islamismo secuestró la cultura religiosa del Islam por lo que ha dado una peligrosísima legitimidad a la Jihad 10) Por último, el terrorismo islámico se diferencia de otros terrorismos por su mayor violencia, por la gran cantidad de víctimas que produce, el carácter repulsivo de sus métodos y su falta de escrúpulos para matar a niños, mujeres y civiles comunes.” Por una parte, es altamente auspicioso que haya voces de denuncia como éstas. Por otra parte, los tres testimonios evidencian hasta qué punto el islamismo militante constituye una temible amenaza en primer lugar para los árabes y musulmanes sencillos que sólo aspiran a vivir en paz y, en segundo lugar, para la humanidad entera.
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